El imaginario de los seres fantásticos que transitan por les Planes traza un recorrido de espacios naturales y urbanos. En la ermita del Ángel, unos ángeles carpinteros cortaron milagrosamente unas cruces, en el barrio de la Vedruna vivía Tana, una serpiente gigante alimentada por un vecino del pueblo, en la roca de Can Dou el caballo del demonio dejó allí su huella, en el castillo de Hostoles una comadrona recibió centeno mágico que se convertía en pipitas de oro, en el antiguo camino real viven el Ratoncito Pérez y el Hada de los Dientes… Hay pasillos secretos subterráneos que conectan los distintos lugares mágicos. En la naturaleza habitan los espíritus: en el río viven las mujeres de agua y algún ogro, en las montañas habitan hadas y duendes, dragones, y se reúnen brujas y brujos. Cada parque cuenta con sus habitantes mágicos.

También hay historias en las que la realidad se mezcla con la ficción. Éste es el caso de la joven Maria de Jonqueres, que vivía en el Mas del Jonquer, y de la que Alfonso de Aragón se enamoró por lo que la secuestró y le dio dos hijos reconocidos.